
La edad no reduce el interés sexual, sino el tipo de vida que uno lleve. No es lo mismo ser deportista, comer sano y estar mentalmente estable que tener problemas de sobrepeso o estrés. La mayoría de los sexólogos coinciden en que existen tres edades sexuales en el hombre, que comienzan a los 15 años y terminan a los En ellas, el deseo persiste pero no se vive con igual intensidad. Cuando se entra en la veintena es cuando se cristaliza la identidad sexual, aumenta la autoestima y surge una necesidad de contacto físico.
Hay teorías que dicen que las diferencias que observamos entre los dos géneros son genéticas y fruto de la evolución, mientras que otras dicen que son socio-culturales, producto de la adiestramiento que recibimos. Aunque es un lid fascinante, no es lo que nos va a ocupar en este post. Pensar que hombres y mujeres éramos iguales me supuso un problema durante mucho tiempo, porque cada vez que esperaba que una mujer actuara de la misma manera que yo alce un determinado suceso, me frustraba cuando no ocurría así. Sin embargo, ella sentía la necesidad de compartir antiguamente lo que había hecho el fin de semana. Y esto creaba conflictos que ninguno de los dos éramos capaces de entender. Mi conclusión actualidad es que somos muy distintos. Por suerte, la ciencia sigue avanzando. Empero no nos confundamos: con este post no busco justificar comportamientos inaceptables, machistas o violentos. Solo pretendo arrojar luz sobre estos mitos y explicar por qué los hombres hacemos las cosas que hacemos.