
Para acompañar la lectura del artículo, nuestra lista en Spotify Observen atentamente esta fotografía. Fue tomada en el garaje que estaba al lado de la puerta de la discoteca Canciller, en Madrid. Se nota que este vecino del Canci ya lleva demasiado heavy a sus espaldas a esas alturas de la década. Han pasado veinticinco años. Pero de estar vivo hoy, habría visto consumada su venganza.
Fría y distante con todo aquel que se le acerca, es una madama que no necesita un caballero andador. Esta veinteañera sabe cuidar muy perfectamente de sí misma pero, irremediablemente, llega un punto en que la bloqueo y los recuerdos pesan demasiado. Justo cuando aparece Daniel Morales. Es cabalmente todo lo que no parece. Tras esa sonrisa de cine se esconde todo lo bueno y todo lo malo.
Y sentido del humor para ellos significa reírse mucho y muy alto con cualquier gracieta que haga el arrapiezo por boba que sea. Si eres mujer y haces comentarios ingeniosos, poquito a poco ves que te vas convirtiendo en la amiga graciosa de la prota, que no se come nada, vamos, te conviertes en el burro de Shreck. Y reafirmas la tésis del autor del artículo. Besitos a tí también. Pero cachondos de verdad, de crear humor, no familia que simplemente ríe mucho. Que no digo falta de ingenio.