
Todos nos sentimos atraídos por las noticias escabrosas. Los casos de JulenLaura LuelmoGabriel CruzDiana Quer no hacen otra cosa que demostrar que las noticias escabrosas interesan y mucho. Publicidad Como periodista, he sentido vergüenza de los programas especiales en directo anoche para retransmitir el rescate del cuerpo sin vida de un menor de dos años. Todos decimos sentir rechazo ante el sensacionalismo, pero en el fondo no somos capaces de dejar de mirar. A qué llamamos morbo y por qué engancha Sergio García Soriano, psicólogo sanitarioexplica que el morbo es en realidad una enfermedad, un comportamiento malsano, y la clave para que nos atraiga es su capacidad para dejarnos impactados por algo inmediato. Lo escabroso tiene una cota de intensidad que no tienen otras cuestiones, explica. Es decir, la muerte nos atrae porque sabemos que vamos a morir, que somos mortales y que en ese momento nos hemos librado Un aspecto a tener en cuenta es el hecho de que el muerto no soy yo. Así se explica el psicólogo que haya algo que nos empuje a mirar lo escabroso, para averiguar lo que ha pasado y nos demos cuenta de que en ese momento no hemos sido nosotros.
Veamos a continuación, qué es el morbo y por qué a la familia le gusta. En general, el accidental «morboso» o la palabra morbo se asocia al tema sexual, pero existen otros tipos de comportamiento que todavía pueden definir a alguien «morboso». Por otro lado, el morbo se podría definir como la necesidad de admirar, oír, oír, oler o interactuar de alguna manera con lo que socialmente se categoriza como prohibido. Algo que produce placer por el simple acción de tener esa relación con lo prohibido y de ahí, que guste tanto. Generalmente, lo que despierta el morbo es todo lo que encierra un misterio o enciende la abstracción de lo inescrutable. En condiciones normales, corresponde a todo aquello que no se suele vivir o que implica una ruptura con lo que se define como «normal».
Por lo general, lo morboso se asocia a lo sexual. De ahí que se mencionen las miradas y las insinuaciones morbosas. Sin embargo, también es usual que se califiquen como morbosas otro tipo de conductas. Por antonomasia, cuando alguien quiere conocer en anécdota la vida personal o íntima de alguien.
No es necesario ser sadomasoquista las venticuatro horas para disfrutar con un ósculo sexual que hace un poco de daño. A muchas les sucede como a Milagros, artista, que nos cuenta lo que siente al ser atada: da mucha sensación de control sobre el propio cuerpo, aunque sea la otra persona la que me tenga controlada. No quiero respeto ni amor, quiero lo mío Vamos a experimentar penetrar en tu mente como un ariete y poner todos tus prejuicios a cuatro patas. Juanjo, que trabaja en el sector de la impresión y tiene 35 años, no tiene problema en admitir que él es muy de gruñir, dominar y de roles, lo que me ha llevado a encontrarme en tres ocasiones con mujeres que no juegan, sino que tienen plenamente unidos los circuitos de placer y dolor y piden que se vaya a puntos a los que no quiero ir.